UNA HISTORIA FABULADA, PERO QUE ENCIERRA UNA GRAN LECCION...

UNA FABULA, PERO QUE MUY BIEN PODRIA SER, UNA HISTORIA DE LAS MUCHAS QUE TANTOS OTROS EMPRENDEDORES, HAN TENIDO, QUE VIVIR, PARA  PODER SACAR ADELANTE, SUS SUEÑOS DE SER ALGUIEN EN SUS VIDAS...

Gerònimo / Cuentan, que un joven muy pobre, recien casado, se viò precisado a irse para un lugar muy lejano de su tierra, para poder trabajar y reunir lo suficiente, para formar un negocio, que le diera para vivir con  màs holgura.
Después de un viaje de dos días, llegó a una finca de un hacendado muy pròspero, donde fue contratado, como jornalero; pero de una vez aprovecho, para hablar con el patrón,  quien le pareció ser una buena persona y por eso le contò, todos sus sueños y tambièn le dijo, que deseaba trabajar todo el tiempo que fuera necesario para reunir todo el dinero que hiciera falta, para poder comenzar una empresa. Y por tal le pidiò, que le guardara todo su salario, descontándole solo los pequeños gastos que se pudieran generar y que una vez que tuviera, la cantidad que considerara suficiente, para comenzar ese negocio, le avisara, para regresar a su lugar de origen y comenzar una nueva vida junto a su familia. 

El joven trabajó, por muchos años, hasta que un dìa el patrón le llamó y le dijo que ya tenia, el suficiente dinero con que empezar su negocio; pero como tenìa entendido, que no tenía mucha experiencia, en el manejo de empresas, le propuso, que estaba dispuesto a  ofrecerle un trato y ese trato consistìa, en venderle un libro, que le daría todo lo necesario, para que pudiera fundar su negocio y a la vez convertirlo en una empresa muy exitosa; pero que el precio que tenia ese libro, era la cantidad total que había acumulado, por los últimos 20 años, que fuè el tiempo, que trabajó el jornalero, para reunir una buena cantidad de dinero. El jornalero, al oir esta propuesta, se sintiò verdaderamente abrumado, pues dudaba que con un libro simplemente, le iria mejor para fundar su negocio, que con el dinero, pero como sabía tambièn, que el patrón era una persona muy sabia, honesta y de buen corazòn y por ende le tenia toda la confianza del mundo y tenia la seguridad, que jamàs le harìa algo para perjudicarlo, después de pensarlo y analizarlo, por unas cuantas hora, llegò a la conclusiòn, que eso serìa lo màs conveniente, pues era lo que le aconsejaba el patron y el patròn sabìa, lo que decìa y fue por ese motivo, que se decidiò a aceptar el libro, a cambio de su dinero. 

Una vez, hecho el trato, el patrón le dio su libro, pero además, le explico, que debía leer la primera recomendación que tenia el libro, antes de emprender su regreso a casa, pero además le entregò tres panes de tres difirentes tamaños y siguiò explicandole, que en el lugar donde pasarà la noche, se comiera el pan màs pequeño y antes de acostarse, se leyera la segunda recomendaciòn que daba el libro y que en el ùltimo dìa cuando estuviera a unos cientos de metros de su casa, descansara, se comiera el pan mediano y se leyerà la tercera recomendaciòn del libro. Una vez cumplidas todas esas instrucciones, viera desde la distancia donde estaba para su casa y despues de echar ese vistazo, ya estarìa listo, para irse a encontrar con su mujer.

Este jornalero, despues de haber tomado todas sus cosas y de haberse leido, la primera recomendaciòn, dada en el libro, agarrò su cachacha, para regresar a su casa. 

A màs o menos una milla  despues de haber salido, llegò a un lugar donde el camino se bifurcaba, aunque los dos ramales, segùn viò en un aviso, iban para el mismo sitio, tambièn viò que uno era màs corto y pensando ahorrar tiempo, pensò tomar el trayecto màs corto, pero cuando iba a emprender su marcha,  le vino a la mente lo que habìa leido en el libro: "No siempre es recomendable, tomar las cosas màs fàciles, sin analizarlas muy bien antes, pues èstas a veces, encierran cosas muy desagradables" Esto le puso en guardia y como no sabia lo que le podia esperar en ese camino, se decidiò y tomo el camino màs largo, cuando habia andado como unos cien metros, mirò hacia atras y viò que otros viajeros tomaron la vìa, que èl habia desechado y despues de haber caminado màs de ocho horas, al fin llego al lugar donde se volvian a unir dichos caminos, que era precisamente, donde se encontraba una posada, donde entrò para comer y pasar la noche; pero una vez que entrò, en ese lugar, se enterò que unas personas que habian venido por el camino màs corto, habian sido robadas y heridas por unos salteadores de camino, lo cual le hizo pensar en la buena inversiòn que habia hecho al aceptarle el intercambio del libro del patron.

El jornalero, una vez bañado y haberse comido el primero y màs pequeño de los panes, se fue a dormir: pero antes, se leyò la segunda recomendación, que daba el libro. Despues de haber dormido, un buen rato, lo despertó una gritería y un gran alboroto, por lo cual se levantò y cuando ya iba a abrir la puerta para salir a ver lo que pasaba, recordó lo que había visto en la segunda recomendación de su libro: “Evita caer en curiosidades, en cuanto no tenga nada que ver contigo” al pensar en èsto, se volvió a la cama y se volviò  a acostar hasta la mañana, que se levantò y cuando saliò al comedor, se enteró que habian pasado en la noche, unos bandoleros, matando e hiriendo a muchos de los que salieron de sus habitaciones, pues como estaban robando la pensiòn no querian curiosos, como testigos. 

Despues de enterarse de esto volvió a seguir andando y despues de muchas horas màs de camino, llegò en las últimas horas de la tarde, a una pequeña loma, aproximadamente a unos doscientos metros de distancia de su casa y de inmediato se dispuso a descansar un poco, comerse su segundo y mediano pan, a la vez leer la tercera recomendación, que explicaba el libro, como le había recomendado el patrón, pero tambièn echar una mirada hacia su casa, antes de terminar de llegar.

Despues de haberse comido su pan, descansado un buen rato y haberse leido la tercera recomendaciòn del libro, echò una mirada hacia la casa y al afinar la vista, no pudo darle crèdito a lo que veìa, lo que le hizo saltar como un resorte y que lo puso como un energùmeno, al ver que su esposa estaba sentada en el patio, pero en sus piernas tenia la cabeza de un hombre y pensando que su mujer le estaba traicionando, pensò en salir corriendo para matar a la “infiel y a su amante" pero cuando estaba, en eso se recordó de lo que rezaba la tercera recomendación: "Nunca dejes llevarte por lo que veas a primera vista, pues muchas veces lo que aparenta ser, no lo es realmente"


Hasta pronto, que nos volvamos a encontrar, con otra
Historia de Vida y de Amores..!!


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